lunes, 15 de agosto de 2011

El consentido de la casa: El tequeño

Cuántas veces no hemos escuchado: “la fiesta no ha comenzado hasta que salga el primer tequeño”, o bien, juzgamos la calidad de la comida de un evento en función de la calidad del tequeño. Este pasapalo por excelencia es la bandera de todo goloso que llega a una fiesta y, aún cuando no se ha abierto la cocina, le pregunta discretamente al mesonero: “mira vale, ¿no tienes un tequeñito por ahí?”. Nosotras, como encargadas de un catering, sabemos que éste es un invitado de honor fijo en toda celebración venezolana, no importa qué tipo de comida quiera brindar el cliente a sus invitados, siempre hay cabida para este flexible pasapalo, el cual despierta un profundo sentimiento de nacionalismo.
 
Pero, ¿cuál es la historia del tequeño?. Cómo toda receta ícono, o bien nace de un error o del “nada en cocina es desperdicio”. Existen dos corrientes, la primera se remonta al siglo XIX, a la Caracas tranquila, mucho menos desarrollada de la que conocemos, una época donde la gente adinerada de la ciudad se iba a vacacionar en Los Teques; suponen que alguna cocinera que trabajaba en algunas de estas casas vacacionales, oriunda del lugar, tomó un sobrante de masa con la cual envolvió un trozo de queso ¡y listo, a freírlo! Otra, que expone Miro Popic en un artículo titulado: “Reflexiones sobre los tequeños y su origen”, donde sostiene la posibilidad de que sean de origen zuliano; nacen a comienzos del siglo XX, de la mano de un señor de origen italiano de apellido Franco, en Villa del Rosario, argumentando esta hipótesis en un sustento económico de esa región: la ganadería, y en una forma de comer del zuliano: frito; por lo que afirma que no sería nada raro que a alguien se le ocurriera tomar un trozo de masa, envolver con ella una porción de queso y freírla. Como les comentaba al comienzo del párrafo, el origen del mismo es confuso, lo que es muy cierto es la condición tricolor del tequeño.
 
11-08-13 cocina en pequeño formato - el tequeño
Fotografía cortesía de Tequeños Las Tias.

 
Y no nos podíamos despedir esta semana, querido lector, sin compartir nuestra receta de tequeño junto a unos tipcitos para que, cuando se atreva a preparar esta receta, sea agradado con aplausos y sonrisas:
 
Tequeño de Cocina en Pequeño Formato

Ingredientes:

  • 300 grs. harina de trigo no leudante.
  • 20 grs. de azúcar.
  • 55 grs. mantequilla.
  • 2 huevos.
  • 40 ml de agua fría.
  • 40 ml leche líquida fría.
  • ½ cucharadita de sal.
  • ½ kg de queso blanco semiduro cortado en tiras de 5x1x1 cm. (Preferiblemente queso paisa. De no conseguirlo, comprar un queso que aguante altas temperaturas, que no contenga mucha agua
  • Aceite para freír.
  • Papel absorbente.

Preparación:
  • Se coloca la harina previamente mezclada con la azúcar en forma de corona sobre una mesa. Se ahueca con el puño cerrado y se coloca en el centro la mantequilla y el huevo.
  • Se mezclan el agua y la leche y se vierten casi todo (se reserva un poco por si hace falta), en el centro de la corona, armada en el paso anterior, y se amasa hasta que se forme una mezcla suave, uniforme, que no se pegue a los dedos ni a la mesa. Un minuto antes de que sintamos que la masa esté lista se le agrega la sal. Se deja reposar por media hora.
  • Se estira la masa con un rodillo hasta que quede aproximadamente de ½ cm de grueso.
  • Se corta la masa en tiras de 1,5 cm de ancho y 15 cm de largo. Con las mismas se enrollan los trocitos de queso, de extremo a extremo, asegurándonos muy bien que el queso quede bien cubierto.
  • Una vez que tienes tu tequeño listo, ya entra nuestra recomendación: es preferible congelarlos antes de cocinarlos para que el choque de temperatura entre el tequeño frío y el aceite caliente garantice ese rico crujiente característico del tequeño. Ya lo que queda es disfrutarlo solo o con cualquier salsita, aquí la imaginación del cocinero es infinita.
 
Belén Peñaloza Aponte
Cocina en Pequeño Formato

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