Pero, ¿cuál es la historia del tequeño?. Cómo toda receta ícono, o bien nace de un error o del “nada en cocina es desperdicio”. Existen dos corrientes, la primera se remonta al siglo XIX, a la Caracas tranquila, mucho menos desarrollada de la que conocemos, una época donde la gente adinerada de la ciudad se iba a vacacionar en Los Teques; suponen que alguna cocinera que trabajaba en algunas de estas casas vacacionales, oriunda del lugar, tomó un sobrante de masa con la cual envolvió un trozo de queso ¡y listo, a freírlo! Otra, que expone Miro Popic en un artículo titulado: “Reflexiones sobre los tequeños y su origen”, donde sostiene la posibilidad de que sean de origen zuliano; nacen a comienzos del siglo XX, de la mano de un señor de origen italiano de apellido Franco, en Villa del Rosario, argumentando esta hipótesis en un sustento económico de esa región: la ganadería, y en una forma de comer del zuliano: frito; por lo que afirma que no sería nada raro que a alguien se le ocurriera tomar un trozo de masa, envolver con ella una porción de queso y freírla. Como les comentaba al comienzo del párrafo, el origen del mismo es confuso, lo que es muy cierto es la condición tricolor del tequeño.
Fotografía cortesía de Tequeños Las Tias. |
Y no nos podíamos despedir esta semana, querido lector, sin compartir nuestra receta de tequeño junto a unos tipcitos para que, cuando se atreva a preparar esta receta, sea agradado con aplausos y sonrisas:
Tequeño de Cocina en Pequeño Formato
Ingredientes:
- 300 grs. harina de trigo no leudante.
- 20 grs. de azúcar.
- 55 grs. mantequilla.
- 2 huevos.
- 40 ml de agua fría.
- 40 ml leche líquida fría.
- ½ cucharadita de sal.
- ½ kg de queso blanco semiduro cortado en tiras de 5x1x1 cm. (Preferiblemente queso paisa. De no conseguirlo, comprar un queso que aguante altas temperaturas, que no contenga mucha agua
- Aceite para freír.
- Papel absorbente.
Preparación:
- Se coloca la harina previamente mezclada con la azúcar en forma de corona sobre una mesa. Se ahueca con el puño cerrado y se coloca en el centro la mantequilla y el huevo.
- Se mezclan el agua y la leche y se vierten casi todo (se reserva un poco por si hace falta), en el centro de la corona, armada en el paso anterior, y se amasa hasta que se forme una mezcla suave, uniforme, que no se pegue a los dedos ni a la mesa. Un minuto antes de que sintamos que la masa esté lista se le agrega la sal. Se deja reposar por media hora.
- Se estira la masa con un rodillo hasta que quede aproximadamente de ½ cm de grueso.
- Se corta la masa en tiras de 1,5 cm de ancho y 15 cm de largo. Con las mismas se enrollan los trocitos de queso, de extremo a extremo, asegurándonos muy bien que el queso quede bien cubierto.
- Una vez que tienes tu tequeño listo, ya entra nuestra recomendación: es preferible congelarlos antes de cocinarlos para que el choque de temperatura entre el tequeño frío y el aceite caliente garantice ese rico crujiente característico del tequeño. Ya lo que queda es disfrutarlo solo o con cualquier salsita, aquí la imaginación del cocinero es infinita.
Belén Peñaloza Aponte
Cocina en Pequeño Formato
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